Lázaro busca salir del edificio por las escaleras que parecen un laberinto interminable, a tal grado de sentir que no sube ni baja hacia ningún lugar. Cuando está por darse por vencido, encuentra las escaleras de emergencia y logra salir.
Sus recuerdos se hacen más claros y decide ir al lugar de la exposición donde culminan sus recuerdos: el Caballito, al que sus compañeros de trabajo le insisten que no vaya, pero logra zafarse de sus compañeros y acudir al lugar de la explosión.
Cuando logra llegar al lugar de la explosión, se encuentra restringido por elementos de seguridad que vigilan el área. Cuando intenta acceder al área cerrada entra en riña con los policías y lo llevan a la comisaría.
En la comisaría los policías comienzan a investigar el archivo de Lázaro y le hacen preguntas acerca de su relación con Paulina, lo que hace que Lázaro se entere que Paulina murió de depresión y recordó que esperaba un hijo suyo.
Mantienen a Lázaro en la comisaría para esperar las órdenes de cómo manejar el caso, sin embargo Lázaro decide quitarse la vida.