Yoon llegó a México hace un poco más de ocho años, vino con sus hermanos a trabajar en el negocio familiar de importación de novedades, les ha ido bien por eso la necesitaban, para cuidar una de las tiendas, no confían en los mexicanos por eso traen a su gente.
No se sabe a ninguno su edad, oscila entre los 37 y 45 años, aunque ella dice tener menos de 40 su rostro es de alguien cansado. No es bonita y es muy reservada, sin embargo es amable y risueña.
Su familia es muy tradicional, creció en una localidad pequeña, después se mudaron a Seúl pero siguen las costumbres y tradiciones del pueblo, por eso consideran a Yoon como una desgracia al no estar casada después de los 30. Y es que ella no ha tenido suerte en el amor, sus historias del corazón han sido pocas y de desencuentros, con dolor.
Vive en el departamento de su hermano mayor y su familia,él meneja todo el negocio; Yoon no recibe sueldo formal a diferencia de sus hermanos que disponen de dinero para sus necesidades, ella trabaja para la familia y es algo que no le había dado problema hasta ahora que conoció al Suk, un inmigrante como ella coreano que trabaja en la misma calle y qué conocio en la festividad del año nuevo coreano que otros paisanos organizaban para seguir la tradición.