GUIÓN
INT. HABITACIÓN DE JUAN – DÍA
JUAN se está peinando frente al espejo, se mira el rostro con esmero. Mientras Juan se acicala se escucha la voz de Silvia que le llama.
SILVIA
(gritando)
¡Hijo, ya ven a desayunar que se
está haciendo tarde!
INT. SALA-COMEDOR DE LA CASA DE JUAN Y SILVIA – DÍA
SILVIA está sirviendo el desayuno en la pequeña mesita cuando JUAN entra al espacio con un poco de desgano.
JUAN
(sentándose a la mesa)
¿Qué onda, jefa? Tengo harto sueño…
SILVIA
(mientras se sirve café)
Todo por andarte durmiendo tarde,
ya te dije que no te desveles tanto,
¡ah, pero necio!
JUAN
(fastidiado)
¡Ay, ya jefa! Siempre me dices lo mismo…
SILVIA
(a modo de letanía, le da un billetes a Juan)
Oye, no se te olvide que tienes que llevar
el dinero a las oficinas hoy, ya es la última
oportunidad, ¡eh! Acuérdate que sin ese permiso
no vamos a poder vender en el Caballito a los turistas,
no vamos a salir de pobres…
JUAN
(con sorpresa, interrumpe la letanía de Silvia)
¡Sí cierto! ¡Qué bueno que me recuerdas!
Me voy a apurar en la chamba, ya ayer don
Paco dejó apuntado lo que hay que llevarle…
SILVIA
(resentida)
¿A poco se te había olvidado lo del trámite?
JUAN
(riendo)
¡Ja ja ja! Nocierto jefa,
¿¡cómo crees que se me va a olvidar
si me andas muele y muele desde hace
quién sabe cuánto…!?
SILVIA
(le da un zape suave a Juan en la cabeza)
¡Ah, no seas payaso, eh!
JUAN
(riendo)
¡Ja ja ja! Ay mi jefita, tan inocente,
¡Je, je, je! (deja de reír) Nooo, jefa,
pues si yo sé que esto nos sacará de
tanta friega, todos los días estamos
de aquí para allá y ¿para qué?,tú casi
siempre le vendes a la misma gente,
¡Je, je?! Y yo tengo que verle todos los
días la cara al don Paco o al que me toque…
SILVIA
(en tono confiado-desconfiado)
Bueno, m’ijo, pues nomás guárdate bien
el dinero, no lo vayas a perder sino
¿luego qué hacemos?
JUAN
¡Oh, que tú no te preocupes!
Yo voy al rato, después de la chamba…
INT. BODEGA EN EDIFICIO ANTIGUO Y DETERIORADO EN CALLE REPÚBLICA DE BRASIL – DÍA
JUAN está recargado en su diablito esperando le entreguen la mercancía que debe llevarle a su jefe PACO, mientras juega mira la hora y se da cuenta que se está haciendo tarde, se acerca a Iván, el encargado de la bodega.
JUAN
(amigable)
Oye, carnal, ¿sabes si ya estará la merca?
Ya se tardó un resto…
IVÁN
(está ocupado y le contesta un tanto desdeñoso)
No, carnal, tienes que esperarte…
JUAN se aleja de Iván y regresa a su lugar de espera, mira su reloj en varias ocasiones hasta dirigirse de nuevo a Iván.
JUAN
(Un tanto molesto)
Wey, está cabrón, mi jefe se va a enojar,
la bronca es que ustedes se tardan y él
me la hace de pedo a mí…
IVÁN
Wey, ya te dije que te esperes, yo no
puedo hacer nada, ni modo, sale cuando sale…
JUAN
(ya más angustiado)
Chale…
Después de unos minutos más sale la mercancía, JUAN se acerca a cargar todo velozmente en su diablito.
JUAN
(hablando en voz alta a nadie en particular)
¡Chingá! Si uno tiene que hacer todo por
estos weyes, ¿qué les cuesta entregar?
Tienen todo ahí pero nomás se hacen…
JUAN sale velozmente de la bodega.
EXT. CALLE COLOMBIA – DÍA
JUAN camina velozmente jalando su diablito atiborrado de mercancía, en ese camino topa de frente con una mujer en sus 60 años que lleva una canastilla.
MUJER
(molesta le increpa y le da un manotazo)
¡Ah pero qué bruto! Casi me atropellas, ¡fíjate!
JUAN
(mira desconcertado a la mujer)
Cálmese doña, cálmese…
JUAN retoma la. velocidad de su camino.
EXT. CALLE COLOMBIA – DÍA
SILVIA se encuentra en el umbral de un edificio antiguo, ella vista un muy limpio y planchado delantal rojo con blanco, un suéter beige y pantalón café, su pelo es corto y lo lleva peinado. Al umbral del edificio comienza a colocar su pequeño puesto de dulces y mientras lo hace ve a Juan pasar apresurado, al notar la interacción entre ellos su vecina de puesto, Norma, comienza a hacerle preguntas.
NORMA
(mujer de pelo semi largo con permanente chino, teñido.
Muy platicadora, habla rápido y gritado)
¿Qué pasó, doña Silvia?, ¿ya tempranito
a trabajar?, ¿hoy sí nos vamos a ir temprano, verdad? (ríe)
SILVIA
(voltea sonriente a saludar y responderle a Norma)
¡Ojalá! Porque ya sabe, “a quien madruga,
Dios le ayuda”…
Al costado, sobre la calle va pasando velozmente JUAN, SILVIA lo mira y le grita.
SILVIA
(en voz alta)
¡Te cuidas, mijito!, ¡Que te vaya bien!,
¡No llegues tarde a la cita!
JUAN baja un poco su velocidad y mira a su madre sin dejar de avanzar.
JUAN
(en voz alta)
¡Sí, jefa! Ya voy bien carrereado,
nos vemos en la noche.
SILVIA lo sigue con la mirada, mientras la vecina los ve desde su puesto.
NORMA
(con tono de chisme)
¡Pues ora!, ¿A dónde va tan apresurado?
SILVIA
(esquiva la mirada de Norma y sonríe)
Pues ya ve que es bien trabajador…
NORMA
(con mayor intriga)
¿Está malo?, ¿De qué es su cita?
SILVIA
(siendo esquiva)
¡Ah, mire!, Los mazapanes vienen
apachurrados, ¡hombre!
NORMA se muestra todavía más intrigada, nota que SILVIA no le quiere revelar la información, asoma la cara fuera de su puesto, luego sale del mismo para acercarse a SILVIA y pedirle que le diga la verdad.
NORMA
(cercana corporalmente a SILVIA y a modo de susurro)
Ya, señito, cuénteme, ¿qué se traen?
Yo no le diré a nadie, ya sabe que soy bien discreta,
¡ya ve cuando lo de Pedro nadie se enteró
y yo ya sabía todo…!
SILVIA
(con voz preocupada)
Ay, vecina, ¡mejor luego le cuento!
No ve que dicen que si uno dice las cosas luego se salan…
Pero no se preocupe, mañanita temprano ya le cuento.
NORMA
(resignada)
¡Pero me cuenta, eh, doñita!
No se vaya a hacer “güaje”.
SILVIA
(aliviada)
Sí…
NORMA mira a Silvia con ganas de acercarse nuevamente hasta que se decide.
NORMA
(intrigante)
Mire, doñita, yo sé que no me quiere
contar ahorita ni nada, pero déjeme decirle algo,
yo veo que el Juanito no le responde como buen hijo,
usté dice que sí pero la verdad yo veo cómo
se ha ido a “chupar” todo lo que gana…
SILVIA
(desconcertada y molesta)
Óigame, vecina, ¿cómo habla así de mi hijo…?
NORMA
(interrumpe a Silvia)
¡Espéreme!, no se enoje, ya, le voy
a decir la mera verdá, la Lupe escuchó
que usted se quiere conseguir el permiso
para vender en la zona central, quién sabe
de dónde lo escuchó pero eso dijo, tons ahora
que veo lo que le dijo a Juan pues ya me imaginé…
SILVIA
(molesta)
¡Esa, Lupe metiche!
NORMA
¡Péreme, péreme tantito! No se enoje,
nomás déjeme decirle que yo creo que
debe hacerlo usted, el Juanito es re distraído,
además usted debe asegurarse, ¿qué tal que
se le olvida o se le hace tarde?...
Nooo, doñita, hágalo usted, deveras…
SILVIA
(pensativa y preocupada mira a Norma)
… No sé…
NORMA
(entusiasta)
¡Sí! Ande, vaya, yo aquí le cuido el changarro,
alcance al Juan y váyase por su permiso, ándele…
SILVIA
(decidida, emocionada y nerviosa, quitándose el delantal y tomando su suéter y su monedero)
¡Bueno! Ahí le encargo, por favor, espero no tardarme…
NORMA
(animosa)
No se preocupe, yo le recojo el changarro,
ya al rato pasa a mi casa por sus cosas…
SILVIA
(emprendiendo el camino y contenta)
¡Gracias, gracias, Normita!
INT. BODEGA – DÍA
SILVIA llega poco después que JUAN a la bodega, lo busca entre los demás cargadores hasta que lo encuentra y corre hacia él.
SILVIA
(agitada y un tanto mandona)
¡Hijo, hijo! Dame el dinero.
JUAN
(desconcertado)
¿Qué haces aquí, jefa?, ¿para qué quieres el dinero?
SILVIA
(un poco desesperada pero aún así le explica)
Ya me voy ahorita a las oficinas a hacer el trámite…
JUAN
(sigue desconcertado y se molesta un poco)
¿Tons para qué me pediste que yo lo hiciera,
a. ver, ahí ando rompiéndome la madre para
llegar a tiempo…? Me hubieras dicho que
a la mera hora no y pues ya me la llevaba leve,
¡chale, jefa!
SILVIA
(un poco intimidada por el reclamo de Juan pero al mismo tiempo con poca paciencia para escuchar su queja)
¡Ándale, ya, dame el dinero!
Sí, te dije que tú lo hicieras pero
ahora ya lo hago yo, ándale, ya…
JUAN
(molesto, busca el dinero en su ropa y no lo encuentra)
¡Chale! ¿dónde está?, yo me lo puse aquí, o aquí, o aquí…
SILVIA
(mira a Juan con preocupación mientras él busca el dinero)
No me digas que lo perdiste…¿dónde está?
Se cruzan las voces de JUAN y SILVIA, ella preguntando y él diciendo que no lo encuentra, en ese momento Juan recuerda el encuentro con la señora que le insultó y piensa que puede haber sido el momento en que haya tirado el dinero.
JUAN
(preocupado y apenado se toma la cara)
Chale, jefa… Creo que se me cayó…
SILVIA
(enfurecida y decepcionada, con lágrimas en los ojos da pequeños golpes a Juan mientras le reclama)
¿Cómo que se te cayó?, ¡ya ves!,
ahora ¿qué vamos a hacer? Era lo ahorrado,
¿de dónde lo voy a sacar ahora el dinero?,
¡Era nuestra oportunidad!
Ahora tenemos que esperar 3 años y
además volver a ahorrar el dinero!
JUAN
(consternado, triste mira a su madre)
¡Perdón, jefa! No fue a propósito…
SILVIA
(sollozando)
¡Ay! ¿por qué no lo hice yo?, ¿por qué te pedí que fueras tú?
JUAN, sumamente triste, sólo mira a su madre sin decir nada.
EXT. TIENDA DE ABARROTES, ACERA – TARDE NOCHE
JUAN está sentado en la acera junto con otras personas que se encuentran bebiendo cervezas frente a una tienda.
JUAN
(entre sollozos le habla a uno de los hombres que está bebiendo con él)
No manches, carnal, le fallé a mi jefa,
‘ora ni cómo pararme por la casa…
INT. CASA DE SILVIA – NOCHE
SILVIA está calentando su merienda, solloza, le salen unas pocas lágrimas, su rostro muestra tristeza, toma su taza con café, coloca en un platito un pan en forma de concha y se sienta a la mesa.
SILVIA
(con la mirada gacha, viendo su café, se dice para sí misma con voz desesperanzada)
Qué ilusiones se hace uno…
SILVIA va a tomar su concha para comerla con el café, en ese momento siente que hay algo debajo del plato, lo levanta y mira que el dinero está ahí doblado, inmediatamente lo agarra, lo extiende, lo cuenta y es cuando nota que era el dinero que le había dado a Juan.