Corre el 2040 en la CDMX, en donde Juan, un hombre en sus 30’s vive y trabaja en la zona de refugiados en donde la vida es caótica pero, aparentemente, más libre que en las zonas privilegiadas. Aún ante tan inclemente ambiente él ha logrado conservar una personalidad amable, positiva y llena de esperanza. Gracias a la zona en la que se desarrolla y al anonimato que ésta otorga ha logrado tener una estrecha relación con su madre quien trabaja todos los días atendiendo su pequeño puesto de dulces. Juan ha heredado de ella ese sentido optimista y esperanzador que le distingue, es por ello que todos los días se levanta con la ilusión de encontrar la forma para mejorar su nivel de vida y este día no es la excepción, además hay algo que llena su pecho de emoci9ón, su mamá ha ahorrado el dinero suficiente para obtener el permiso para vender en la zona privilegiada de la ciudad. Ella le ha encomendado a Juan realizar el pago final. Él sale apresurado de su casa poco antes de dar el último paso para lo que será el inicio de una nueva vida, debe ir a su trabajo de cargador. El pedido a transportar demora demasiado por lo que él comienza a desesperar pues debe llegar puntual a la entrega pero, sobre todo, a la cita de la tarde. Por fin le entregan y apresura el paso lo más rápido que puede, entonces se encuentra con una mujer en sus 50’s que también va de prisa y sin mirar realmente el camino, por lo que no se percata de la presencia de Juan que está a punto de embestirla pero él logra frenar su paso y ella sólo atina a insultarlo y gritarle, él no se detiene mucho aún cuando le provoca cierta molestia. Finalmente logra llegar con su jefe y ya que le es pagado el trabajo busca en sus bolsillos y no encuentra los ahorros de su madre, él desespera cada vez más hasta que bota que realmente los ha perdido. Juan se encuentra en una encrucijada, ¿buscará la salida fácil o le dirá la verdad a su madre? Realmente no hay salida fácil.
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