Los cuatro encuadres comparten aspectos similares, como el color y las formas. En todos, aparecen àrboles, con sus respectivas texturas, vegetaciòn con tonalidades màs oscuras y opacas y otras màs brillantes y claras. En todos, la luz es similar, salvo en el primero, donde uno de los planos la modifica, pero retorna. Los encuadres son màs o menos parecidos, ni muy cerrados ni muy abiertos, aunque los movimientos de la càmara sì varìan, en los dos primeros hay un ritmo un poco màs parecido, pero los dos ùltimos, son opuestos: uno es fijo y lento, mientras que el otro es àgil, ràpido, lo que desenfoca, sin llegar a la distorsiòn, los objetos filmados. En todos los encuadres, aparecen objetos que no pertenecen a la constante: àrbol-vegetaciòn, como las personas o los animales, en casi todos estos objetos no son lo central, quizà en el segundo, la ardilla aparece mucho màs enfocada, sin ser protagonista.
Los ambientes de estos espacios, que en este caso, son espacios ìntimos para mì, logro sentirme còmoda en ellos y hasta con una suerte de alivio y placer. Por ejemplo, al primero lo nombrarìa "Proyecciòn" porque al centrarse en el àrbol y su textura, con ese movimiento de càmara, me parece que se està introduciendo el pensamiento del transcurrir del tiempo a lo largo de la vida, en este caso del àrbol, pero podrìa invitar al espectador a mirar su propia vida.
El segundo, lo nombrarìa "Curiosidad", porque el movimiento es rìtmico pero no es veloz, como si el ojo quisiera observar su entorno para fijarse en la ardilla que no sè sabe què "trae entre manos".
El tercero, lo nombrarìa "Silencio" porque en la quietud de la toma, con la banca sola y la luz del dìa, se invita a tomar un respiro, un momento de silencio con uno mismo y con el mundo.
Finalmente, el ùltimo, lo nombro "Energìa" por el tipo de movimiento que tiene el encuadre, hay una movilidad constante en ese tipo de espacio, pero en general, nuestro habitar es siempre veloz, de prisa, con la energìa que se requiere parar poder habitar esta ciudad.