Laura es una mujer hecha “a la antigüita”. Siempre usa faldas rectas, que le llegan abajo de la rodilla, y blusas en colores duraznos y rosas, que dejan mucho a la imaginación. Su vida es rutinaria. Siempre se levanta a la misma hora; desayuna avena con fruta; acaricia a Peluche, su apático gato; y